Capítulo 3

CAPÍTULO 3: 

Kristen Stewart ¿embarazada?

Me quedé mirando por donde se había ido hasta que escuché la puerta principal cerrarse de un portazo. Y ahí fue cuando me di cuenta que nunca contaría con su ayuda, que él nunca me creería y me dejaría completamente sola con mi bebé.

No podía moverme, solo observaba el lugar por donde se había ido y trataba de procesar lo sucedido. Estaba sola, total y completamente sola. Sentí un par de brazos cerrarse entorno a mi tembloroso cuerpo; se trataba de Jules, quien me consolaba. Como hacía muchísimos años, enterré mi cabeza en su pecho y lloré, lloré como si no hubiese a haber un mañana, como si derramar estúpidas lágrimas saladas fueran a ser la solución para mi embarazo no planeado.

La mano de mi madre se levantó y acarició mis cabellos, recordándome cuando yo no era más que una chiquilla y lloraba por las crueles burlas de mis compañeros del colegio.

—Tranquila, cariño —susurró en mi oído mientras me consolaba—. Tú has cumplido con decírselo, y tarde o temprano se dará cuenta del error que ha cometido.

Sollocé con más fuerza. No, definitivamente no estaba sola… tenía a mi madre conmigo, y algo me dijo que con ella ayudándome a sostenerme, podría salir adelante con mi bebé. Y con suerte, ser felices.

[…]

Los días pasaban y yo cada día me hacía más a la idea de que la prensa pronto comenzaría a especular, puesto que me había encerrado en casa sin siquiera salir de ahí ni para hacer las compras. Jules y Cameron eran los que cumplían todos y cada uno de mis antojos, así que no tenía que salir de casa para nada.

El primer trimestre pasó volando, y con el tiempo el escándalo sobre mi infidelidad había comenzado a apagarse así que salir para mi siguiente control fue mucho menos caótico que la vez anterior. Jules me dijo que estar embarazada era lo mejor que le podía suceder a una mujer pero sinceramente yo no le veía lo bonito a estar en esta situación. Yo no podía ver más allá de las náuseas matutinas, los mareos, vómitos y el exceso de sueño… oh, sin mencionar que ¡me estaba convirtiendo en una vaca andante! Apenas había cumplido tres meses y mis pechos se habían inflado desmesuradamente; mi copa de sostén había aumentado dos tallas en los últimos tres meses.

Si continuaba así realmente sería una vaca…

En un día en el que Jules había salido a hacer la despensa y Cameron estaba fuera de casa haciendo quien sabe qué cosa, me senté frente a la televisión mientras comía helado directamente del cartón. Estaban pasando una de esas típicas películas sobre el apocalipsis zombi y esas cosas raras y sangrientas cuando de pronto un anuncio en cadena interrumpió mi película.

En la pantalla se veía a una de esas típicas rubias que dan los espectáculos. Llevaba puesto un microvestido que apenas si cubría lo necesario de su curvilíneo cuerpo, la melena dorada le caía sobre un hombro y esa sonrisa ensayada durante horas estaba dibujada en su rostro.

—Puta —espeté, antes de meter una gran cucharada de helado en mi boca. Odiaba cuando las televisoras interrumpían la programación para dar sus patéticos anuncios de espectáculos.

“Este es un anuncio en cadena de la televisora WXH A&A, quienes traemos hasta ustedes la más reciente noticia sobre la actriz Kristen Stewart.”

Torcí el gesto ¡Yo que creí que las cosas se estaban aplacando!

“Como sabemos desde que salió a la luz el presunto romance que sostenían la actriz con el director Rupert Sanders, quien cabe mencionar es un hombre casado y con hijos, Kristen no ha vuelto a salir a la luz pública.”

La prensa sí que sabía cómo bajarme la autoestima. Metí otra cucharada de helado en mi boca y me entretuve saboreándola mientras la señorita tetas a la vista seguía con su estúpida nota.

“Algunas personas nos han hecho llegar el rumor sobre que la actriz está embarazada, y se dice que esa es la razón por la que KStew no se muestra en público.”

¡Cómo odiaba que me llamaran KStew!

“La actriz estará en su segundo trimestre y hasta ahora no se sabe cuál es el nombre del padre. Robert Pattinson o Rupert Sand…”

Apagué el televisor sin darle oportunidad a la rubia para que terminara su nota. Estaba enojada y de pronto el helado me supo mal ¡Estaba harta de los medios! Siempre yendo detrás de los famosos y hostigándolos todo el tiempo, no permitiéndoles tener una vida plena con una privacidad absoluta… no, los estúpidos medios siempre tenían que meterse en nuestras vidas.

Al día siguiente tenía otro control y cómo ya me lo imaginaba, los reporteros de noticieros y las revistas amarillistas estaban plantados fuera de casa tratando de captar a la ‘avergonzada madre’. Afortunadamente Jules había comprado ropa holgada para cubrir el pequeño bultito que había en mi vientre así que las cámaras no pudieron obtener imágenes de mi barriguita.

El tiempo pasó y mi vientre crecía más y más, los medios seguían especulando y, al no obtener respuestas por parte de la madre, comenzaron a acosar tanto a Rob como a Rupert, hostigándolos y persiguiéndolos por todos lados. Los compadecía, al menos yo podía estar encerrada y a salvo en casa, pero ellos continuaban con sus vidas allá afuera y tenían que lidiar con la prensa día con día.

Cuando cumplí ocho meses la doctora que llevaba mi control natal me dio una terrible noticia. Mi bebé estaba muy mal acomodado y, al nacer, tendría serios problemas para mantenerse con vida. Sus pulmones estaban en mala posición, haciendo que sus riñones ocuparan el lugar que debían ocupar los pulmones; y las posibilidades de que muriera en mi vientre eran de 90%

Cuando recibí aquella terrible noticia mi instinto materno afloró dentro de mí. Yo amaba a mi bebé, él sería mi compañero de vida, y era una clara muestra del amor que su padre y yo nos teníamos, porque lo que su padre y yo habíamos hecho no era sexo, era mucho más que eso.

Sentí que todo se desboronaba ¡Mi bebé moriría y no tendría tiempo de disfrutar la tranquilidad que traería el sentir su cuerpecito caliente contra mi pecho!

En la primera oportunidad me sometí a una operación endoscópica para salvar a mi bebé. El riesgo aún persistía pero al menos ahora tendría una posibilidad del 50% para sobrevivir.

Mis padres, mis hermanos y mis amigos se convirtieron en mis niñeros personales cumpliendo hasta mis más locos antojos; pero, a pesar de tener toda la atención centrada en mí y mi bebé, no podía dejar de sentirme sola y triste porque él no estaba a mi lado sintiendo las pataditas que daba nuestro frutito de amor.

Nunca estuve interesada en saber el sexo de mi bebé, lo único que me preocupaba era que naciera sano y salvo, así que todo lo que comprábamos por ahora era neutro. Jules se autodenominó la decoradora de su habitación, a la cual le había dedicado todo su tiempo libre. Yo no estaba autorizada para verla ya que ella quería que mi bebé y yo la viéramos juntos cuando llegáramos a casa después de haber dado a luz.

Scout y CJ eran los encargados de surtir el guardarropa de mi bebé. Ellos trataban de comprar ropa en colores neutros pero muchas veces se dejaban llevar y terminaba comprando mucha ropa para niña, pero si no era niña ¿Qué haríamos con tanta ropa color rosada?

Dana, Taylor y Cameron no pudieron contenerse y le apostaron a Scout y CJ que mi bebé sería niño. Yo tenía un fuerte presentimiento sobre el género de mi bebé pero no lo diría nunca en voz alta.

[…]

Hace dos semanas que cumplí ocho meses. Mi vientre era una tremenda pelota y mi vejiga parecía estallar cada media hora… justo como ahora. Me levanté como pude de la cama, mi barriga era tan grande que no me dejaba ver el suelo por donde andaba y me fue imposible localizar mis pantuflas y tuve que ir descalza hasta el cuarto de baño.

Apenas si fui capaz de dar tres pasos cuando un fuerte calambre arremetió contra mí, era mucho más fuerte que los últimos dolores que había estado teniendo. Traté de no darle importancia y cuando di un paso más un líquido caliente comenzó a correr por mis muslos.

El pánico me invadió ¡Había roto fuente y no había nadie en casa!

_____________________

Señoritas (os) lamentamos muchísimo la demora en esta tercera actualización. Cúlpenme a mí, Annie tenía la actualización desde hace mucho pero yo no había tenido tiempo para leer, y cuando tenía tiempo no tenía muchas ganas de sentarme a revisar el capítulo...

Prometo que ahora sí haré mi parte, porque dejé solita a mi geme con todo el capítulo... soy una mala hermana!!! T_T

Jajajajaja como quiera mi geme me ama :)

Bueno, haremos lo mejor que podamos para hacerles la espera menos larga, chicas.

¡Nos vemos en el cuarto capítulo!

Y esperamos sus comentarios, muchas gracias a todas por sus comentarios.