viernes, 19 de septiembre de 2014

Capítulo 5


CAPÍTULO 5

Vine a ver a mi hija” Informó.

La piel se me erizó, pero antes de que pudiera reaccionar escuché la voz de Rupert.

-¿De qué hija estás hablando? – se puso a la defensiva.

-La que tengo con Kristen– Rob se volteó para verlo de frente.

-Estás equivocado, esa pequeña es mía – contra atacó.

-¿Ah sí?, pues pregúntale y sácate esa duda de una vez.

¡Oh mi Dios! Estaban armando un escándalo en pleno hospital.

La rabia inundó mis sentidos y mi instinto materno salió a flote. Yo no iba a permitir que mi pequeña presenciara semejante espectáculo a pocas horas de nacida.

-Señora Stewart – me llamó la enfermera – podría decir quién es el padre de la bebé para que detengan esta discusión – me rogó.

La ira que estaba conteniendo hizo que mi boca pronunciara una sola palabra que dejó aturdidos a todos:

-Ninguno –me miró como si tuviera tres ojos en vez de dos – dígales que ninguno de ellos es el padre de Zoe, en fin, que ella no tiene padre sólo una madre y esa madre soy yo.

La enfermera asintió no muy convencida.

-¡aah! Se me olvidaba – le dije antes de que saliera – dígales también que no los quiero volver a ver en mi p… - me detuve, no podía decir groserías en una habitación llenas de bebés y menos estando presente mi hija – en mi vida.

La enfermera volvió a asentir y salió, por el gran ventanal vi cómo se les deformaba la cara de ambos al recibir mi mensaje.

Eso se merecía ese par de incompetentes, necios y cavernícolas…

Volví mi vista a mi hija.

-¿La puedo cargar? – le pregunté a la otra enfermera que estaba allí.

-¡Claro! – respondió con una sonrisa. Tomó a mi hija entre sus brazos y yo sin experiencia crucé mis brazos para cargarla.

Sentir su calidez hizo que mi corazón latiera a mil.

Ahora me daba cuenta que mi vida sí tenía sentido, todo lo logrado alrededor de estos años, los millones, los seguidores, la fama, no se comparaba con esto…

Zoe hizo un puchero y pequeños sollozos empezaron a sonar.

-Tiene hambre - anunció la enfermera - le enseñaré a darle el pecho.

Bajó un poco mi bata para dejar uno de mis pechos expuestos, lo agarró y lo posicionó cerca de la boca de mi hija, instintivamente Zoe abrió su pequeña boquita y sentí su cálida lengua en mi pezón. Fue como si en ese momento nos conectáramos de una forma distinta.
Empezó a succionar y gemí de dolor.

-Dolerá al principio - anunció la enfermera- pero con el tiempo pasará y después querrás que no pare ya que también será algo incómodo andar con los pechos llenos de leche - me sonrió con dulzura
.

A los quince minutos me hicieron cambiarla de pecho. Yo solo la observaba, aún no podía caer en cuenta que era mi bebita ¡mía! Lo único que realmente me pertenecía. Agarré su diminuta mano y ella atrapó mi dedo índice entre los de ella. Sonreí y le di un beso en sus deditos y otro en su frentecita.

Me costó mucho separarme de ella cuando se hubo dormido, pero la enfermera me informó que me la llevarían más tarde ya que todos los problemas que un recién nacido podría tener estaban descartados, pero de todas maneras permanecería un día más aquí. El alta nos la darían pasado mañana.


(…)


-¿Se han ido? – pregunté con cautela a Cameron que entraba por la puerta. Yo tenía cargada a Zoe mientras hacía que bote sus gases.

-¡Al fin! – exclamó. Robert y Rupert habían estado todo este tiempo en el hospital y la tensión era palpable. - ¿Estás lista? – cuestionó. Hoy por fin abandonábamos el hospital. Ya quería volver a casa donde tenía a mis otros bebés, extrañaba a Bear y Bernie. Pero al mismo tiempo tenía miedo de cómo aceptaban a la nueva integrante de la familia. No es lo mismo ver que tu dueña engorda día a día a que de un momento a otro llegue con una personita.

-Sí, ya guardé las cosas de Zoe y mamá hizo lo mismo con las mías.

-En un rato traerán la silla de ruedas – comunicó. Ahorita estaba de pie pero me costaba caminar tramos largos, aún sentía dolor en mis partes. – ¡iugh! – Me miró con cara de asco – se está vomitando otra vez – apuntó a mi hombro. - ¿Segura que no te la estás llevando enferma?

-No, el doctor me dijo que era normal, su pequeño estómago no está acostumbrado a recibir alimento por lo tanto tiende a botar la mitad de lo que come – encogí mis hombros.

Seguí dándole palmaditas en la espalda cuando de pronto salió un erupto algo fuerte como para una bebé. Cameron y yo nos miramos y reímos a carcajada limpia.

-Definitivamente es tu sobrina – aseguré, la puse sobre la cama, le limpié la boquita y la volví a tomar en brazos pero ahora acunándola. Aún era muy temerosa de cambiarla directamente a otra posición en mis brazos y sostenerla con uno mientras que con el otro la limpiaba ¡Dios, cómo pueden hacer eso!

La puerta se abrió y entró CJ con una silla de ruedas.

-¿Está lista la nueva mamá? – levantó las cejas sugestivamente.

-¿Me llevarás tú hasta el carro? – interrogué.

-Nunca te dije que soy un piloto de silla de ruedas experimentado – se burló.

-Cameron trae por favor las maletas  - pedí.

-No me queda de otra – bufó.

-HBG está afuera esperando, hay un montón de paparazzies – anunció mi amigo.

-¿Por qué le dices así a mi guarda espalda?

-¿Acaso no le dicen así tus fans? Además debes admitirlo que tienen razón – se mordió el labio y puse mis ojos en blanco.

Cuando llegamos al estacionamiento me escoltaron hasta la movilidad y pude ver como los perros (así llamo a los papparazzies) se arremolinaban en la salida del estacionamiento. Fue difícil salir de allí y hacer pasar desapercibida a Zoe. Pero ya que iban a  sacarle fotos al pequeño bultito a pesar de tener los vidrios polarizados, decidí vestir a mi pequeña de un conjunto de color neutro para que se queden con la duda ya que ellos esperaban ver una mantita rosa o azul, pero lo que vieron fue una amarilla, había vestido a mi nenita de un hermoso enterizo amarillo que tenía un monito en el centro y a sus pies la misma cara del monito estaba, le quedaba un poco grande, la verdad, hasta lo más diminuto le quedaba grande.

-La prensa está como niños con juguete nuevo, tú, Rupert y Rob  están en todos los canales. – comenta mamá cuando nos partamos del hospital, lejos de esos indeseados. – será mejor que cuides lo que veas porque te puede alterar y eso afectaría a tu leche y por consecuente a Zoe – miré a mi bebita que dormía plácidamente en mis brazos ignorando todo lo que pasaba a su alrededor.


(…)


-¿Estás lista? – preguntó Jules.

Llegamos a casa hace menos de cinco minutos y ella me había arrastrado, literalmente, a la habitación “misteriosa” como la llamaban mis amigos. Mi madre se había pasado todo mi embarazo decorando la habitación de mi pequeña.

-Espero que te guste – acarició mi mejilla.

-A la que le tiene que gustar es a esta hermosura – quito la manta con la que la estaba tapando, sentía que la estaba asfixiando.

-Pero ella no lo apreciará todavía, así que me conformo con que a la mamá le guste – sonrió.

Abrió la puerta y nos dejó pasar. Me quedé anonadada, la decoración era hermosa, en todas las paredes había dibujado un paisaje diferente con cada una de las estaciones del año. En el centro de la habitación estaba la cuna que tenía las barandas de distintos colores pasteles, el armario tenía forma de una cabaña y el lugar donde guardaría los juguetes era un arbusto. Había un árbol que funcionaba como colgador y las nubes eran repisas.

-¡Es hermosa! – exclamé –¿verdad que te gusta lo que te hizo la abuelita, mi amor? – mi pequeña abrió lentamente sus ojitos e hizo una mueca parecida a una sonrisa. Mi corazón se detuvo, era lo más tierno que había visto. – Sí, le gusta – me contesté a mí misma. Jules tenía los ojos llorosos.

-Su primer sonrisa – susurró. Se limpió las lagrimas y prosiguió – coloqué figuras de estrellas y una luna fluorescente así que en la noche el techo brilla.

-Es perfecta – la abracé como pude – todos los bebés del mundo la envidian ahora.


(…)


Mi primer noche con Zoe fue… fatal para mí y divertida para mi madre. Corría cada vez que hacía un mínimo quejido y cuando estaba a punto de dormirme ella empezaba a llorar.

-Ya cálmate – me pidió mi madre – no puedes correr a su habitación cada vez que suspira.

-Tienes razón, así que tomé una decisión.

-¿Cuál? – enarcó su ceja.

-Compraré un moisés para tenerla en mi habitación y así no corra – ella se rió.

-¿Y cuando ocupará su habitación?

-No lo sé, tal vez cuando pase más horas dormidas. O puede hacer la siesta allí, pero por las noches se quedará conmigo.

Negó sonriendo. En eso papá entra a la cocina, saluda rápidamente a ambas y corre a cargar a su nieta.

-¡Hey! – lo detiene Jules – Te habrás lavado las manos ¿cierto? No quiero que mi nieta tenga gérmenes.

-No seas exagerada, Jules – responde este bufando.

-Estoy hablando enserio – le apunta con la cucharilla que batió su café.

-Y dices que soy yo la que está mal – me burlo mientras mi padre lava y seca sus manos para alzar a Zoe.

-Hola, Princesa – la saluda - ¿Cómo has estado? ¿Ya sacaste de quicio a tu mami? – le hablaba con voz dulce - ¿Te han dicho que te ves hermosa por las mañanas? – La pequeña abrió sus ojos lentamente mostrando el azul-gris de sus ojos. – Nunca pensé que mi primer nieta me la darías tú – me miró.

-¿Y de quién si no yo? – me apunto.

-Con lo alocados que son tus hermanos ya veía a Cameron, Dana o Taylor como padres.

-No, los hijos de mis hermanos no saldrían hermosos – hice una mueca y ellos rieron.


(…)


Ese mismo día mandé a mi padre a comprar el moisés, no sabía que esperar puesto que no confío en los gustos de los hombres, pero me sorprendí al verlo, era de color blanco y tenía pequeñas decoraciones de todos los colores y un gran moño amarillo en la parte de arriba.

-Te mandaré a comprar seguido las cosas de Zoe – lo abracé – está hermoso,

-Todo por mi nieta – sobó mi brazo y le dio un beso en la frente a la pequeña que descansaba en su nuevo aposento.


(…)


-Eres su madre, debes hacerlo Kristen, no siempre estaré yo – me reñía.

-Pero y si la lastimo o la dejo sucia – estaba nerviosa, mamá me había enseñado a cambiar los pañales mientras ella lo hacía y ahora era mi turno de hacerlo.

-No le harás nada – me jaló del brazo y me puso frente a mi hija, la cual estaba con sus ojitos abiertos y los movía de un lado a otro – yo te iré indicando desde aquí.

Suspiré, esta guerra la tenía perdida. Era cierto que me daba miedo lastimarla porque asco no tenía, era mi hija no un bebé extraño. Mordí mi labio.

-Desabrocha el trajesito – desprendí los botoncitos inferiores – ahora el pañal – desabrocho las banditas – levanta sus piernas y saca el pañal – lo hago – ahora primero límpiale con el papel con cuidado para no rasparle la piel, muy bien – me felicitó cuando lo hice – ahora vas acumulando lo usado en el pañal sucio, límpiala otra vez con los pañuelos húmedos, ponle el pañal nuevo y luego unta la pomada para las escaldaduras – la bebé aún no estaba escaldada pero preferíamos ponerle para evitarlo. Sí, éramos la “mamá y abuela osa” – échale talco, ahora baja las piernitas y abrocha el pañal y el trajecito – obedecí.

-¡Lo hice! – exclamé alegre – acabo de cambiar a Zoe.

-¿Ves que no costaba? – me abrazó Jules.

-Te acabo de limpiar, hermosa – tomé a mi hija en brazos que ya estaba haciendo pucheros, no le gustaba estar recostada, amaba estar en brazos, ya se había acostumbrado, y eso que apenas tenía una semana y no había forma de quitarle la costumbre ya que todas las persona que venían a conocerla la cargaban y mecían.

Acerqué mis labios a la frente de mi hija y un flash me cegó.

-¿Qué haces?- le pregunté a mi madre que miraba la foto en la pantalla de su celular.

 -Se ven tan lindas – me mostró la foto.

-Déjame subirla a mi instagram – rogó.

-Mamá…

-Por favor, te prometo que la editaré sólo se verá la frente de Zoe y tus labios sobre ella.

No podía negarme, se veía tan emocionada con mostrar a su nieta que suspiré rindiéndome.

No tardó ni cinco minutos cuando ya había subido la foto con la frase: “Mi bebé y su bebé” Al segundo miles de fans escribían comentarios en todos los idiomas habidos y por haber.

-Kris… - Dana se asomó por la puerta – tienes visita.

-¿Quién?

-Rupert.

2 comentarios:

  1. Omg xfin llego capítulo nuevo quedo hermosisimo kris esta genial de mama pero el papa de zoe se lo pierde gracias espero y pronto llegué otra actualizaciom

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  2. Ohhhhhh *[]* estuvo hermoso, me emocioné tanto al ver un nuevo cap, espero pronto hallan más, sigan así :D

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