domingo, 26 de abril de 2015

Capítulo 6


Mía y de nadie más
- Rupert.
- Dile que no puedo atenderlo.
- Me preguntará por qué
- Pues dile que estoy recién parida y no tengo ganas de verle la cara - rodé los ojos.
- Kristen... - mi madre me miró seria.
- ¡NO! - dije tajante - no hablaré con él mamá.
- ¡Debes hacerlo! Ese hombre no te dejará de perseguir si no le quitas esa duda.
- ¡Y a él que le importa! Es mi hija; mía y de nadie más.
- Si no hubieras cometido semejante estupidez no estarías en esta situación ahora. - me miró fijamente y sabe perfectamente que ha ganado esta batalla.
Lo malo de cometer errores es que te los sacan a flote cada vez que pueden y este me ha salido demasiado caro.
- Está bien, pero toma a Zoe - le di un beso en su pequeña frente y se la pasé a mi madre.
Bajé a la sala y lo encontré agarrando la pequeña manta de mi hija que olvidamos subir anoche; es una llena de pequeños ositos color rosa. La observaba y sonreía como bobo.
- ¿Me buscabas? - lo interrumpí de sus pensamientos.
- Hola Kris - se acercó para saludarme con un beso pero le volteé la cara.
- ¿A qué vienes? Ve directo al grano - suspiró.
- Vengo a ver a mi hija.
- ¿Cuál hija? Te recuerdo que tus hijos viven en casa de tu esposa y no aquí.
- Vamos Kristen deja de ser una niñata, ya estás grandecita como para comportarte así.
- Y tú demasiado viejo como para entender que no te voy a dejar ver a mi hija. Además no es tu hija. - lo miré con furia, por un segundo su mirada se entristece y luego se torna seria.
- Entonces es de Robert.
- No - negué tajante - es mía, solo mía.
- ¡Carajo Kristen! ¡Deja esa mierda para otra ocasión, di de una puta vez quién es el padre!
- ¡Ninguno! Pensé que les había quedado claro.
- ¿Y qué fue? ¿Obra del espíritu santo?
- ¿Y tú crees que porque follamos una vez ya pude haber quedado embarazada? ¿No te has puesto a pensar que así como me cogiste tú, me pudieron coger otros?
Él iba a contestarme cuando de pronto el timbre sonó. Escuché los pasos de Dana que se dirigían a abrir la puerta. Escuchamos una pequeña discusión y a los segundos ingresaron a la sala Robert y Liberty.
¿Pero qué mierda?
- ¿Qué hacen ustedes aquí?
- Vinimos a que de una puta vez digas quién es el padre de esa criatura - la esposa de Rupert resultó ser más decidida que él - quiero que por favor lo hagas. Puedo soportar el acoso de la prensa y la humillación pública que me causaron pero este - apuntó a Rupert - está ilusionando a mis hijos con una hermana cuando ni siquiera tiene la certeza de que tu hija sea de él, los niños están ilusionados con la decoración de la habitación de su nueva hermana, hasta tiene planes.
- ¿Habitación? - fue lo único que pude decir.
- Estoy contratando a la mejor decoradora para decorar la habitación de mi hija - dijo Rupert bajando la mirada.
Me quedé mirándole como si le hubiera salido un tercer ojo. No sabía qué decir.
El llanto de mi hija se escuchó y me sacó de mi shock. Miro el reloj para darme cuenta que ya pasó media hora de mi horario para amantar a Zoe. Mi pobre bebita debe estar muerta de hambre.
- Kris - mi madre llamó por las escaleras con la nena en brazos.
- Ya voy mamá - le respondí.
Debo terminar esta conversación lo más rápido posible.
- Si me disculpan los tres, tengo una hija a la que alimentar. Esta charla la podemos tener otro día.
- No - sentenció Liberty - puedes amamantarla aquí, esta conversación se termina hoy; todas las dudas terminan hoy.
Sonó tan determinada mientras me penetraba con sus azules ojos que no me atreví a contradecirla.
Volteé para ir en busca de mi hija y me encontré con mi madre en el umbral de la sala, camino hacia ella y cuando pasa a mis brazos a mi pequeña me susurra:
- Es lo mejor.
Cogí a mi hija y mientras me acercaba le besaba la cabecita. Ella era mi vida entera.
Me senté y con la manta tapé el pecho del que le daría de chupar a mi bebita. Zoe hambrienta comenzó a succionar rápidamente. Sonreí.
Liberty se aclaró la garganta para llamar mi atención.
- Acabemos con esto Kristen.
Suspiré fuertemente.
- Es de dominio público que estuve con Rupert ... íntimamente.
- Dime algo que no sepa - rodó los ojos Robert.
- Algo que no sepas... - repetí despacio para tranquilizarme y no explotar. Miré a mi bebita y ella me observaba. Metí aire y lo solté - yo ya estaba embarazada.
- ¿Estando embarazada de mí te metiste con este tipo? - Robert explotó y mi pequeña se asustó y empezó a llorar.
Fulminé al padre de mi hija con la mirada.
- Y pretendes ser padre - bufé mientras tapaba mi pecho y me levantaba para mecer a mi hija y tranquilizarla.
- Perdón - se pasó la mano por el cabello.
- Bueno, creo que ya aclaramos esto - Liberty se levantó y antes de salir me dijo - ya eres madre, ahora entenderás lo que una es capaz de hacer por sus hijos. - sin más se marchó.
- Yo... - Rupert no sabía que decir.
- Nunca te mentí Rup, siempre negué que fueras el padre.
- Pensé que solo era tu despecho, le decías lo mismo a Robert.
- No, yo cumplí con decirle a Robert en su momento pero el rechazó a su hija - lo fulminé con la mirada - por eso me encabroné cuando lo vi el día que nació Zoe. Él no tenía ningún derecho sobre mi hija porque ya la había rechazado.
- Entonces no es mía. - más que una pregunta fue una afirmación.
- No, yo ya estaba de aproximadamente dos semanas de embarazo. Por el estrés del trabajo había olvidado tomar mis pastilla, mi menstruación ya se había retasado más de una semana y me hallaste con las hormonas del embarazo alborotadas, y ya saben lo que pasó.
- Entiendo - dijo muy bajo - creo que ya no tengo qué hacer aquí.
- Lo siento - no sé por qué pero sentí la necesidad de disculparme.
- Adiós Kristen.
- Adiós Rupert.
Nos quedamos en la sala Robert y yo en un incómodo silencio que fue interrumpido por él.
- Zoe - susurró - ¿Ese es su nombre?
- Sí - lo miré con el ceño fruncido.
- Es lindo - asentí.
De pronto su rostro cambia y muestra miedo, preocupación.
- ¡Kristen! - su tono es alarmante - está saliendo un líquido blanco de la boca de la niña.
Miro hacia Zoe y veo que ha vomitado un poco de la leche que tomó.
- No te preocupes - lo calmo - es normal - traté de sonreírle pero seguía enojada.
- ¿No está enferma? - preguntó. Negué con la cabeza.
- A ver princesa de mami - le hablé a mi hija con el tono que empleaba con ella. Era uno ridículo pero se me salía cada vez que conversaba con ella. Claro que nuestras charlas eran oraciones completas por mi parte y balbuceos por el de mi hija - ¡otra vez volviste a vomitar a mami! ¡es la tercera camiseta que me tendré que cambiar hoy! - un pequeña mueca parecida a una sonrisa se asomó por los labios de mi niña - a mami no le importa - le limpio la boquita y me limpio el hombro - tú haces lo que te place con tu pobre madre ¿no es cierto? ¿verdad que sí?.
Miro a mi izquierda y veo a Robert, me había olvidado completamente de su presencia. Usualmente Zoe y yo vivíamos en nuestra propia burbuja.
- ¿Tú no te piensas ir? - le pregunté seria.
- ¿Quieres que me vaya solo así después de saber que esta pequeña es mi hija?
- Tú ya lo sabías - le reproché - y renunciaste a ella. Puedes marcharte, no necesitamos nada de ti.
- Kristen, por favor - rogó.
- No, Robert. Vete.
- Está bien, me iré, pero solo porque no quiero discutir delante de ella. Pero quiero que te quede claro algo Kristen Stewart; Yo lucharé por mi hija.
- Haz lo que te venga en gana, el daño ya está hecho. Me trataste como una puta y está bien, me lo merecía, pero lo que nunca te perdonaré es que hayas rechazado y negado a tu hija.

2 comentarios:

  1. Por fin!! me encanta el fic, ya esperaba leer sibre la historia, quiero leer más, deberías publicarlo en FF sería más facil leer y que llegue la alerta cuando publicas un nuevo cap, porfavorrr, actualiza pronto!!!!

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    1. Ya intentamos publicar en FF pero pasa que segun el reglamento, está prohibido subir fics de personas reales. (Lo intentamos y nos hicieron eliminar) pero si tienes la aplicacion de wattpad también puedes leerlo de allí.

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